Y del cielo cayeron tres manzanas de Narine Abgarian
¿Cómo llegué a este libro? Fue una recomendación de @lecturas_entre_gatos de Instagram, y ni conocía a la autora, ni he viajado nunca a Armenia.
Ambientado en un pequeño pueblo ficticio de Armenia, Maran. Siglo XX y anteriores.
Así empieza: “Un viernes, poco después del mediodía, cuando el sol ya había cruzado el cénit y rodaba tranquilo hacia el extremo occidental del valle, Anatolia Sevoiants se acostó para morir.”
Narra la historia de Anatolia, la bibliotecaria del pueblo y el resto de familias que habitan Maran (las últimas generaciones). Nos enteramos de cómo viven, parentescos, costumbres, comidas, trabajos, bodas, funerales, animales, labores, hogares de cada uno, descendencia…
![](https://www.cruzromon.com/wp-content/uploads/2023/09/y-del-cielo-cayeron-tres-manzanas-cruzromon.jpg)
Estructurada en tres partes, divididas en capítulos cortos. Es curioso cómo las nombra. Primera: Para quien vio. Segunda: Para quien contó y Tercera: Para quien escuchó.
- N.º de páginas: 248
- Editorial: NAVONA
- ISBN: 9788419552143
- Traductor: Irina Bulgakova, Manuel Ángel Chica
Opinión personal: Lo que en un principio parecía una lectura triste, no lo es. Es un recorrido lento por un pequeño pueblo y sus habitantes. Viven en la pobreza y han pasado por todo tipo de calamidades: hambruna, guerra, inundaciones…, pero juntos pueden con todo lo que la vida les depara.
Viajamos a Armenia y compartimos el día a día de unos personajes llenos de ternura, que nos enseñan que siempre hay esperanza y que las segundas oportunidades felices existen.
Comienza y termina con una frase de Anatolia. En el principio se acuesta para morir y en la última desprende una felicidad total: “Y la noche formulará su hechizo para proteger tanta felicidad y hará rodar por sus frías manos tres manzanas que después, como en las leyendas de Marán, caerán del cielo a la tierra. Una para quien vio, otra para quien contó y la tercera para quien escuchó y creyó en el bien”.
En Instagram @the.roguebooks ha comentado que la división de los capítulos es similar a nuestro “Colorín colorado, este cuento se ha acabado”.