Material de construcción

Material de construcción de Eider Rodríguez

¿Cómo llegué a este libro?

Lo había reseñado Rosario @srta_devoralibros de Instagram y me  encontré con el audiolibro en ebiblio.

No conocía a Eider. Ha publicado relatos, cuentos e incluso algún cómic pero, esta es su primera novela. Escrita en euskera y traducida por la autora.

Ambientada en Rentería (Guipúzcoa), Benicasim (Castellón) y Ceuta.

Eider ha dicho que al morir su padre, se dio permiso para escribir su vida.

Ha sido una novela terapéutica. Necesitaba escribirlo, admitirlo, aunque no entenderlo. Al final ha escrito toda una historia de amor.

“No tuviste cojones para dejar de beber. Me abandonaste y aun así te quiero”

Tema duro: Mi padre era un borracho.

Es la crónica de la relación de Eider con su padre. Estructurada de manera curiosa, casi diría que libre, sin orden aparente: hay capítulos que son parte de su diario personal, otros son la crónica social de la época, otros son listas, otros son las cartas de cuando estuvo su padre en la mili, unos son cortos y otros largos…

Portada de Material de construcción

Os dejo algunas frases:

“Mi padre estaba dispuesto a morir por ellas pero no a vivir por ellas”

“La vergüenza ha sido el sentimiento predominante en mi relación contigo”

“Arreglábamos con silencios lo que no podíamos arreglar con palabras”.

“Hay un animal donde tiene que haber un padre y yo soy una hija humana de un cerdo”.

  • Nº de páginas: 208
  • Editorial: LITERATURA RANDOM HOUSE
  • ISBN: 9788439741527
  • Narradora: Ana Mestra
Opinión personal: Me ha impresionado. No había leído ninguna novela en la que una hija confiesa el alcoholismo de su padre, cómo lo vivió ella y su familia y, el recuerdo que esto le ha dejado.

Son sentimientos encontrados: amor y odio.

Es una novela valiente.

No debe ser grato recordar y compartir esas vivencias familiares.  

Me ha recordado a mi padre, disfruté con él momentos felices pero, aunque no es comparable con lo de Eider, también tuvimos épocas muy tristes que siempre he querido olvidar.

.

Deja un comentario