Malasanta

Malasanta de Antonio Tocornal

¿Cómo llegué a este libro? Fue una recomendación de Trinidad @trinidadgallart_ en Instagram. Comentaba que la historia era brutal, incluso empezaba su post diciendo “¡Prepárate! ¡Va a estallar el obus! Ese mismo día compré el libro.

No conocía a Antonio, ni había leído nada suyo.

Malasanta es una mujer que no tuvo elección. Cada capítulo está ambientado en sitios diferentes, separados por 10 años. Seis historias duras, unidas por la presencia de Malasanta, que ocupa un lugar secundario en cada una:

  • 5 años: DAMASA LA TUERTA (La Ciénaga, 1969)
  • 15 años: NIÑO TRUNCADO (La Ciénaga, 1979)
  • 25 años: CANDELA (El monte, 1989)
  • 35 años: MODESTO BALDIO (La carretera, 1999)
  • 45 años: CANDIDO FOGOSO (Ciudad del norte, 2009)
  • 55 años: PROSPERO EL POLILLA (Ciudad del sur, 2019)

Antonio ha comentado que quería dedicar la novela a los grandes “olvidados” de la sociedad. Colectivos que no tienen voz, pero con los que nos cruzamos por las calles: prostitutas o esclavas sexuales, los ancianos y su soledad, los indigentes, las personas con algún tipo de minusvalía física o psíquica.

Portada de Malasanta

El comienzo es brutal, Dámasa la Tuerta (la madre de Malasanta) sobrevive en una pocilga de prostíbulo, regentado por doña Expiración, en la localidad de la Ciénaga.

  • Nº de páginas: 208
  • Editorial: FUNDACION JOSE MANUEL LARA
  • ISBN: 9788417453930

La novela ha ganado el XLI Premio de Novela Felipe Trigo.

Opinión personal: Abstenerse los lectores sensibles a lo sórdido. Hay pasajes que duelen, e incluso huelen.

El capítulo de Modesto Baldío me ha parecido muy tierno. La soledad en estado puro.

He sonreído con el vino Savin y el Brandy Fundador (los recordaba de cuando era joven), con el pez Candela (nosotros también tuvimos uno), con la ilusión que le producía Chipre (ese lugar desconocido para ella), con su colección de anillas y con su única fotografía.

Sólo una pega. Las fechas puestas no me cuadran. Yo los situaría en épocas anteriores. Me cuesta creer que en 1969 existiera una mujer que viviera como Dámasa, que en 1989 un asesinato se tapara tan fácilmente, que en 1999 pudieras registrarte en pensiones sin identificarte, que en 2009 te alquilen un piso sin documentación, los cines porno, en Madrid,  creo que desaparecieron antes. Todo me encajaría mejor si las fechas fueran anteriores.

Me ha gustado, removido e entretenido pero, no veo necesario hablar de los “juguetes de Malasanta” varias veces. Las madres me entenderán.

Me ha pasado algo extraño con Antonio. Sabía que vive en Mallorca, una isla con la tengo una vinculación personal muy grande y compré su libro con mucha ilusión pero, no sé muy bien por qué, no me siento cerquita de él. Imagino que a todos nos pasa, hay autores con los que sientes que algo te une y otros no.

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