El peligro de estar cuerda

El peligro de estar cuerda de Rosa Montero

¿Cómo llegué a este libro? Estaba en pendientes, desde que salió, y ha llegado su momento.

Es un ensayo, mezclado con biografía, un increíble trabajo de investigación y ficción. Busqué un video de la presentación de la novela (que os recomiendo) y me encantó como Rosa nos adentra en el mundo de los creativos, locos o “normales”. En este enlace lo podéis ver.

Portada El peligro de estar cuerda

¿Qué he aprendido?:

  • Que lo normal es ser raro.
  • Que Rosa es PAS (persona altamente sensible) y padece Dermatilomanía (las personas que se suelen pellizcar las pieles de dedos, manos…) y ha pasado por tres ataques de pánico en su juventud (vio el túnel al final del pasillo). Y a pesar de ello, sigue teniendo mucho sentido del humor.
  • Que Según la OMS, una de cada cuatro personas vamos a tener un trastorno mental.
  • Que España es uno de los países del mundo donde se consumen más ansiolíticos, pero nadie lo confiesa.
  • Que todos los creativos utilizan su arte para sacar fuera su “otro YO”, aquel que más felices les hace y algunos no logran disociarlo de su vida diaria.
  • Que muchas enfermedades mentales siguen tratándose incorrectamente y hacemos fatal aislando a los que las padecen. Porque estar loco es, sobre todo, estar SOLO
  • Que este libro le ha costado a Rosa tres años de investigación y vaciarse por dentro, sincerarse con nosotros y con ella misma, y comprender un poco más que es estar vivo y perder un poco más el miedo a morir.
  • He descubierto a muchos autores, algunos con sus manías y obsesiones. Y a científicos y estudiosos del funcionamiento cerebral.
  • De la página 336 a la 338 encontrarás el listado de libros que ha usado en la redacción de esta novela (que he guardado para consultar).

Muy instructiva, entretenida y de fácil lectura. Dividida en capítulos cortos.

  • Nº de páginas: 360
  • Editorial: SEIX BARRAL
  • ISBN: 9788432240645

Opinión personal: La verdad es que después de leer el libro tranquiliza mucho saber que casi nadie, por no decir nadie, cumplimos con los estándares de normalidad.

¿Hay que estar loco para ser creativo?, después de leer el libro, creo que la respuesta sería NO.

Pero me sorprenden todos los casos de escritores con comportamientos extraños y que sean los profesionales que más se suicidan.

Sigo impresionada con las vidas de Sylvia Plath, Emily Dickinson,  Janet Frame, Virginia Woolf, Doris Lessing (con la que termina el libro), o Patricia Highsmith, que confiesa que se dedicaba a escribir debido al aburrimiento que le producía la realidad (Pág. 211).

Me hace mucha gracia, desconozco si es inventado o real, la impostora… no cuento más.

¿Será verdad la cita final?

Ya tengo apuntadas varias lecturas encontradas en la novela. Os iré contando.

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