Biografía del hambre

Biografía del hambre de Amélie Nothomb

¿Cómo llegué a este libro? Me gusta mucho Amélie y este no lo había leído. Me crucé con él en la cuenta de Gema @gemabgema de Instagram. Pertenece a los autobiográficos.

Amélie tiene 4 años y vive en Japón.

Empieza el libro descubriéndonos Vanatu, un archipiélago localizado en el océano Pacífico Sur. Lo menciona porque es uno de los pocos lugares del mundo donde no se pasa hambre.

Aunque este comienzo nos lo parecería, en la novela hambre no se refiere solo a la comida. Se confiesa “hambrienta” siempre, en busca de experiencias, conocimiento, amor, belleza…

Dice que, aunque todo lo relatado es real, lo que diferencia la novela de la realidad es la escritura.

De Japón, pasaron a vivir en Pekín. Era 1972 y…

Fue en China donde descubrí un hambre hasta entonces desconocida: el hambre de los demás. Y, concretamente, el hambre de otros niños. En Japón, no había tenido tiempo para tener hambre de seres humanos.

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Portada de Biografía del hambre

Para su octavo cumpleaños se trasladaron a vivir a Nueva York y después a Bangladesh. Y es allí, el 5 de enero de 1981, día de Santa Amélie, cuando decide dejar de comer y recordar siempre las emociones de su vida.

Se volvió anoréxica hasta los 15 años y medio cuando su cuerpo se rebeló contra su cabeza.

A los 17 se fue a Bruselas a estudiar filología y a los 21, con la carrera terminada, se marchó a Tokio. Donde decidió dedicar 4 horas diarias a escribir, rutina con la que continúa. Como ya os conté en alguna otra reseña de la autora.

La lectura era el lugar privilegiado de la admiración. Me puse a leer mucho para poder admirar a menudo.

Página 133

  • Nº de páginas: 208
  • Editorial: ANAGRAMA
  • ISBN: 9788433977229
  • Traductor: Sergi Beltrán Pàmies

Opinión personal: Ya he confesado en más de una reseña que soy muy fan de Nothomb, sobre todo de los libros autobiográficos.

No sé si todo lo que nos cuenta es real (me preocupa la adicción al alcohol, sobre todo de unas niñas) y su obsesión por beber agua sin sed, hasta convertirse en potomanía, o sus desarreglos alimenticios, hasta ser anoréxica. Pero, está tan bien contado.

Su infancia tuvo que ser extraña y difícil. La lectura las ayudaba a su hermana y a ella a sobrevivir. En esta ocasión además de los cásicos Kafka, Victor Hugo, Montherlant… confiesa haberse leído el diccionario de principio a fin sin saltarse ninguna letra.

Termina en 1995. Se produce un terremoto en Kobe y llama a su cuidadora de pequeña para ver qué tal se encuentra. Esta le cuenta que ha perdido todo, la casa, el dinero (lo guardaba dentro del edificio) pero que tanto ella como su familia están bien. Cuando Amélie la regaña por seguir con esa costumbre ella contesta : ¿Y qué importa eso? Estoy viva (página 206)-

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