La casa de las bellas durmientes

La casa de las bellas durmientes de Yasunari Kawabata

¿Cómo llegué a este libro? La verdad es que es uno de los autores que tienes pendiente y nunca te pones y de repente mi compañera Piedad me lo comenta. Le habían elegido en un club de lectura que ella sigue.

Kawabata fue  Premio Nobel de Literatura en 1968 y no había leído nada de él.

Conocía un poco su historia. Nació en Osaka en 1899. Se quedó huérfano a los tres años. Y era un solitario empedernido. A los setenta y dos años se suicidó.

La casa de las bellas durmientes, a las afueras de Tokio, es un lugar al que los ancianos acuden para dormir con jóvenes vírgenes desnudas a las que han drogado.

Las normas de la casa son muy estrictas: no practicar sexo con las adolescentes, no despertarlas, no dormir con la misma mujer dos veces. A cambio, a los clientes les está permitido soñar y recordar.

El protagonista es Yoshio Eguchi, tiene 67 años y está casado y es  padre de tres hijas. Nos narra su experiencia.

Portada La casa de las bellas durmientes

De acuerdo con lo que se refiere a soñar y recordar, son recuerdos de las mujeres que han pasado por su vida.

Reconozco que está genial contado y que te pones en el lugar de los ancianos y puedes casi sentir la soledad que les invade y el sentimiento que tienen de notar su muerte cerca.

De lectura fácil y corta.

Sé que sirvió de inspiración a García Márquez para “Memorias de mis putas tristes”(2004). La leí en su día y no recuerdo que me produjera la sensación que ésta.

Se ha adaptado al cine varias veces, una australiana de Julia Leigh “ Le Sleeping Beauty” y una española de Eloy Lozano, no he visto ninguna de las dos, no puedo comentaros.

¿Dónde encontrarlo? Disponible en Mediatecas de Alcobendas (Madrid).

  • Escrita en  1961
  • Publicada en España en 1978 por  Luis de Caralt Editor
  • Nº de páginas: 156
  • Traducción de  Pilar Giralt.
Opinión personal: Perturbadora.

Perdonar los que adoráis  a Kawabata pero me ha resultado una lectura perturbadora, igual no he llegado a pillarle el punto. Pero la idea de drogar a chicas jóvenes vírgenes  para que ancianos duerman con ellas,  me produce rechazo.

Cuando lo compartí en Instagram algunos me comentasteis que era uno de vuestros libros favoritos.

Siento no estar de acuerdo con vosotros.

Prometo leer más de Kawabata para confirmar que mola.

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